Thursday, August 12, 2010

Mayoría silente

Tú piensas que el muchacho que no habla en el salón
No tiene nada que decir.
Pero él siempre grita cuando se monta en las machinas
En la feria.
Y siempre suspira cuando se monta en las máquinas
En el gimnasio.
Y siempre susurra mientras otro monta la conversación
En el café.

Allí ojea los libros
En busca de qué decir.
Los libros que más disfruta son los de poesía.
Los mira mientras almuerza.
Los coloca en su sitio luego del pocillo.
Si fuera a decir algo, diría que le gusta la poesía,
Que le gusta decir mucho con pocas palabras.

Lee un poema mientras espera su jugo de tamarindo.
Se dibuja una sonrisa en su rostro.
Tú te imaginas lo que está pensando y te ríes también,
Creyendo que tus poemas le alegran la vida.
Llega el jugo
Y él siempre dice gracias.
Deja el poemario a un lado y te sonríe al salir.

Tú piensas que el pobre no entendió,
Pero por lo menos se entretuvo.
Él piensa que leería algo más entretenido
Si tuviera un período de almuerzo más largo.
Pero los poemas son útiles,
Porque duran lo mismo que una peseta en el parquímetro.
Tú piensas que él no tiene nada que decir.
Pero él siempre dice
Que le gusta más el jugo de tamarindo que la poesía. 

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